Ir al contenido principal

Miguel Ángel Asturias, revisión de su estilo en Leyendas de Guatemala






Miguel Ángel Asturias


Por Jorge Martínez Mejía


La influencia de Miguel Ángel Asturias en las letras hispanoamericanas es indiscutible. Y en en la actualidad, su figura sigue siendo polémica porque en sus trabajos iniciales se identificó con la visión colonialista en relación a los pueblos originarios de Guatemala. Revisar su estilo en Leyendas de Guatemala, su primer libro publicado, puede brindar algunas luces sobre su cambio de visión respecto de este asunto. 

De todos es conocido que Miguel Ángel Asturias es uno de los más importantes escritores de Centroamérica, que también es precursor del boom latinoamericano y que su trabajo literario, caracterizado por lo real maravilloso, contribuyó de manera decisiva a que el sistema mundo, centrado en Europa, volviera sus ojos hacia las culturas originarias de América. La calidad de su trabajo literario es una indiscutible justificación y un acierto del premio Nobel de Literatura.

Sin embargo, la obra misma de Miguel Ángel Asturias constituye una evidencia del complicado proceso de expresión del imaginario de Guatemala desde la interpretación de una élite criolla que la construye a partir de la colonia. Miguel Ángel Asturias encontró en las raíces del imaginario de los pueblos originarios guatemaltecos un maravilloso mundo cargado de imaginación, profundidad, originalidad creativa y una cosmogonía extraordinaria, llena de una espiritualidad quizás desconocida entonces para occidente. Con su propuesta literaria y, sin abandonar su extracción social y cultural en el contexto de su sociedad, publicó una serie de libros cuya base es la cosmogonía maya de los pueblos de Guatemala. Es un atento observador de la visión indígena, múltiple, diversa, y a la vez única. En Leyendas de Guatemala (1930), Hombres de maíz (1949) y Mulata de tal (1963), reconstruye el alma del pueblo guatemalteco y entreteje el mestizaje cultural recreándolo en su esencia sincrética. 

En Leyendas de Guatemala, Miguel Ángel Asturias presenta la mitología maya como una hibridez, pues no se trata del mito original tomado directamente de las fuentes, sino de una apropiación y recreación, un recuperación y renovación del mito original.

No obstante, como observador cultural de su propio pueblo y como literato, su trabajo evoluciona estilísticamente por la influencia de las vanguardias francesas con las que entra en relación, a causa de sus estudios universitarios. En 1923 viajó a Europa. En La Sorbona de París estudió antropología, etnología y mitología indígena. Ahí se asoció al movimiento surrealista comandado por André Bretón. Emprendió extensos viajes por Europa y el Cercano Oriente. Visitó Grecia, Egipto, Tierra Santa, Alemania, Suiza, los Países Bajos y España, la tierra de sus antepasados colonizadores.

Leyendas de Guatemala es la primera obra de Miguel Ángel Asturias, es una recreación de las leyendas, de los personajes y de los hechos procedentes de la cultura maya quiché. Representan el universo mítico del pueblo maya de Guatemala y la memoria del autor, ya que su madre era una mujer indígena, y fue ella quien le proveyó la mayoría de los relatos desde la infancia. 

El presente trabajo es un ejercicio de identificación estilística de dos fragmentos de distintas piezas de Las leyendas de Guatemala, mostrar las variantes de estilo producto de la influencia del surrealismo francés.


El pez. Imagen de Vincent Cacciotti 


LOS FRAGMENTOS

Fragmento 1

Guatemala

La carreta llega al pueblo rodando un paso hoy y otro mañana. En el apeadero, donde se encuentran la calle y el camino, está la primera tienda. Sus dueños son viejos, tienen güegüecho, han visto espantos, andarines y aparecidos, cuentan milagros y cierran la puerta cuando pasan los húngaros: esos que roban niños, comen caballo, hablan con el diablo y huyen de Dios. La calle se hunde como la hoja de una espada quebrada en el puño de la plaza. La plaza no es grande. La estrecha el marco de sus portales viejos, muy nobles y viejos. Las familias principales viven en ella y en las calles contiguas, tienen amistad con el obispo y el alcalde y no se relacionan con los artesanos, salvo, el día del apóstol Santiago, cuando, por sabido se calla, las señoritas sirven el chocolate de los pobres en el Palacio Episcopal.
En verano, la arboleda se borra entre las hojas amarillas, los paisajes aparecen desnudos, con claridad de vino viejo, y en invierno, el río crece y se lleva el puente.

Como se cuenta en las historias que ahora nadie cree —ni las abuelas ni los niños—, esta ciudad fue construida sobre ciudades enterradas en el centro de América. Para unir las piedras de sus muros la mezcla se amasó con leche. Para señalar su primera huella se enterraron envoltorios de tres dieces de plumas y tres dieces de cañutos de oro en polvo junto a la yerba-mala, atestigua un recio cronicón de linajes; en un palo podrido, saben otros, o bien bajo rimeros de leña o en la montaña de la que surgen fuentes.

Fragmento 2

Los brujos de la tormenta primaveral

Más allá de los peces el mar se quedó solo. Las raíces habían asistido al entierro de los cometas en la planicie inmensa de lo que ya no tiene sangre, y estaban fatigadas y sin sueño. Imposible prever el asalto. Evitar el asalto. Cayendo las hojas y brincando los peces. Se acortó el ritmo de la respiración vegetal y se enfrió la savia al entrar en contacto con la sangre helada de los asaltantes elásticos. Un río de pájaros desembocaba en cada fruta. Los peces amanecieron en la mirada de las ramas luminosas. Las raíces seguían despiertas bajo la tierra. Las raíces. Las más viejas. Las más pequeñas. A veces encontraban en aquel mar de humus, un fragmento de estrella o una ciudad de escarabajos. Y las raíces viejas explicaban: En este aerolito llegaron del cielo las hormigas. Los gusanos pueden decirlo, no han perdido la cuenta de la oscuridad. Juan Poyé buscó bajo las hojas el brazo que le faltaba, se lo acababan de quitar y qué cosquilla pasarse los movimientos al cristalino brazo de la cerbatana. El temblor lo despertó medio soterrado, aturdido por el olor de la noche. Pensó restregarse las narices con el brazo-mano que le faltaba. ¡Hum!, dijo, y se pasó el movimiento al otro brazo, al cristalino brazo de la cerbatana. Hedía a hervor de agua, a cacho quemado, a pelo quemado, a carne quemada, a árbol quemado. Se oyeron los coyotes. Pensó agarrar el machete con el brazo-mano que le faltaba. ¡Hum!, dijo, y se pasó el movimiento al otro brazo. Tras los coyotes fluía el catarro de la tierra, lodo con viruela caliente, algo que no se veía bien. Su mujer dormía. 


Análisis general de los fragmentos

Ambos fragmentos son iniciales, el número 1 tiene 271 palabras; el número 2 tiene 280 palabras.

En el fragmento 1, tenemos la siguiente estadística: 

Frecuencia de las categorías de palabras

Número de palabras
Número de frases
Número de caracteres
271
11
1506

Sustantivos
Verbos
Adjetivos
Adverbios
62
36
11
3

Palabras clave o con mayor peso simbólico en la acción narrativa:

Güegüecho, Santiago, Dios, cañuto, América.

Figuras:

Claridad de vino, hojas amarillas, centro de América, vino viejo, yerba-mala.

Entidades nombradas:

América, Palacio Episcopal, Santiago, Dios.

Figuras como personajes:

Los dueños, los húngaros, el alcalde, familias principales, el obispo, el Apóstol Santiago, las señoritas, abuelas y niños.

Número que tiene relevancia simbólica:
Tres.

La sensación general del relato es lenta, melancólica y triste.

En el fragmento 2, tenemos la siguiente estadística: 

Número de palabras
Número de frases
Número de caracteres
280
25
1583


Sustantivos
Verbos
Adjetivos
Adverbios
52
41
11
4

Palabras clave con mayor peso simbólico en la acción narrativa:

Cerbatana, cosquillar, brazo-mano, Juan Poyé, coyote, aerolito.

Figuras:

Más allá de los peces, olor de noche, brazo cristalino de cerbatana, asaltantes elásticos, cielo de hormigas, río de pájaros, ciudad de escarabajos, hervor de agua, mirada de ranas, entierro de cometas, machetes con brazo-mano, planicie inmensa de lo que ya no tiene sangre.

Figuras como personajes:
Juan Poyé, el mar, las raíces, la planicie, los asaltantes elásticos, las raíces viejas, las hormigas, los gusanos, la mujer de Juan Poyé.

La sensación general del relato es levemente positiva, con una emoción onírica y sombría.
Valoración del estilo en cada fragmento.

Fragmento 1.

En el primer fragmento, la narración es lineal, las acciones van conectadas unas a otras en una serie de sucesos progresivos que muestran un panorama en distintas escenas linealmente continuas. Se trata de una descripción bucólica, semi campestre por el estado de las calles, las casas de una comunidad adheridas al faldón de la montaña, donde “los personajes han visto espantos, andarines y aparecidos, cuentan milagros y cierran la puerta cuando pasan los húngaros: esos que roban niños, comen caballo, hablan con el diablo y huyen de Dios.” “… Las familias principales viven en ella y en las calles contiguas, tienen amistad con el obispo y el alcalde y no se relacionan con los artesanos, salvo, el día del apóstol Santiago, cuando, por sabido se calla, las señoritas sirven el chocolate de los pobres en el Palacio Episcopal.

En el relato, si bien se percibe un ambiente fantástico por la mención de “espantos y aparecidos”, la narración mantiene una coherencia lógica que recuerda el estilo del paisajismo naturalista de finales del siglo XIX. Un ambiente mortecino, mustio, lúgubre, propios del romanticismo. 

La intención descriptiva se sostiene lógica, matizada con cautela en el colorido y calidez de bellas imágenes relacionadas con el confort y la calma: claridad de vino, hojas amarillas, vino viejo.

Se trata de un estilo sobrio, controlado de la misma manera que un pintor controla los colores y define sus trazos con líneas precisas en las que pueden percibirse casas, carretas, calles de piedras, familias atendiendo sus asuntos cotidianos, representantes de instituciones en su intercambio con los pobladores de una pequeña ciudad.

Fragmento 2.

En el primer párrafo, se ofrece una personificación del mar “Más allá de los peces”.
Este “más allá de los peces, el mar se quedó solo”, representa la variación del estilo en relación con el fragmento 1. Ya desde aquí, el estatuto estilístico ha sido modificado radicalmente hacia un horizonte en el que el sentido y la coherencia lógica quedan suspendidos. Esta suspensión intencional del sentido lógico, en el que el lenguaje poético se eleva dejando por debajo el lenguaje natural, donde la línea de la coherencia permite una lectura con menos complicaciones, es una muestra de la intencionalidad o decisión de recreación libre del relato. Miguel Ángel Asturias manifiesta en este movimiento su anhelo de libertad creativa, su afán de soltar la rienda a su espontánea imaginación, sin perder la base del relato.

La segunda línea del segundo fragmento dice: “Las raíces habían asistido al entierro de los cometas en la planicie inmensa de lo que ya no tiene sangre, y estaban fatigadas y sin sueño”Esta línea manifiesta un estilo ya abiertamente surrealista. Porque, ¿qué significa “el entierro de los cometas” o “la planicie inmensa de lo que ya no tiene sangre”?

Estas estructuras narrativas, a diferencias del primer fragmento, parecen tener cada una autonomía propia, porque su línea narrativa podría tomar cualquier camino, dirección o sentido. Se trata de una suspensión del límite significativo y una disposición excesivamente abierta de las posibilidades de significado. Una sensación de fragmentariedad de sentidos que se acumulan de manera incesante, como si se cargaran de significado propio o construyeran un paradigma propio de significados. 

El nivel lúdico, al hacer la comparación de las dos primeras líneas de cada fragmento, establece que la intención de juego creativo se acrecienta en el segundo fragmento:

Fragmento 1, línea 1.:

“La carreta llega al pueblo rodando un paso hoy y otro mañana”.

Fragmento 2, línea 1.

“Más allá de los peces el mar se quedó solo”.
  
La primera línea del fragmento 1, se caracteriza por mantenerse dentro del marco de la norma discursiva del habla común, el sujeto (la carreta) realiza su acción (llega rodando) con cierta condición (dando un paso hoy y otro mañana, es decir lentamente).

La primera línea del fragmento 2, se caracteriza porque contraviene la norma común del lenguaje, juega con la suspensión de la lógica. El sujeto (el mar) manifiesta la acción del verbo (se quedó solo) en una condición (más allá de los peces) que no puede tener posibilidad sino suspendiendo la lógica y colocándose en el plano puramente imaginario, metafísico, porque ni los peces pueden concebirse sin el mar ni el mar sin los peces. “Más allá de los peces” constituye una propuesta de adverbio que no solo modifica el verbo, la soledad del mar, sino que se construye como un insólito espacio que se da únicamente en su propio sentido, liberado de la norma.

Por otra parte, al iniciar el relato con semejante estatuto, el autor apuesta de entrada a su intención de sorprender al lector suspendiendo su lógica espacial, llevándolo a una realidad distinta a la que comúnmente puede percibir de manera ordinaria. Esta acción evidencia una clara deposición del estilo normalizado y la adopción de un nuevo estilo que reclama la libertad del autor para destruir la sintaxis común del lenguaje y proponer una en la que el lenguaje se recarga de significaciones arbitrarias, se llena de plenitud connotativa y se convierte en un texto más poético que prosaico, porque abandona intencionalmente la significación acostumbrada de las palabras con movimiento en el orden de las partículas del lenguaje.

En Las leyendas de Guatemala, Miguel Ángel Asturias muestra un cambio de estilo que puede evidenciarse en el primer párrafo de la primera leyenda “Guatemala”, comparándolo con el primer párrafo de la penúltima leyenda del libro, “Los brujos de la tormenta primaveral”. Este cambio de estilo puede estar relacionado con el contacto que tuvo Miguel Ángel Asturias con los autores del surrealismo en Francia, mientras trabaja en la escritura de Las leyendas de Guatemala. El estilo de las últimas dos leyendas que presenta en el libro “Las leyendas de Guatemala”, manifiestan una clara adopción del estilo surrealista, porque lleva el lenguaje a una suspensión de la normativa común adoptando arbitrariamente la construcción de nuevas significaciones al trastocar la sintaxis y alterar la semiótica de las palabras mediante figuras inusitadas. Es una extrema intención de armar nuevas significaciones manteniendo una aparente lógica por la posición ordinaria de los sujetos, que son modificados en su papel por una adverbialización atrevida en la que el sentido normal queda interrumpido.

El autor ha modificado el significado original de las leyendas de Guatemala, alterando su significación mediante el cruce de significaciones a nivel poético. Probablemente las leyendas, la fabulación original, que dan pie a sus trabajos, mantengan una intención que se manifiesta como un sedimento, sin embargo, él clausura las órbitas originales de significación e impone unas inesperadas líneas narrativas que irrumpen el sentido para refundarlo en una nueva escala, más elaborada, más literaria y mucho más lúdica porque reclama un mayor nivel de abstracción para alcanzar la significación.

A diferencia del fragmento 1, el fragmento 2 rompe con la coherencia lineal de la narrativa, lo fragmenta en múltiples partículas que se resignifican de manera independiente y construyen estructuras unidas internamente por la intención poética. El sentido del lenguaje no está totalmente suspendido, porque sigue abierto, solo que ahora está mucho más abierto que antes, que la leyenda original, es un texto que rompe con sus propias fronteras originales para situarse en el universo de la literatura universal. 

En esto radica el aporte de Miguel Ángel Asturias a la literatura universal y a los pueblos de Guatemala. Por un lado, instala sus leyendas, su cosmogonía, en otro nivel, para que todo lector tenga acceso a ellas mediante una poética más abierta y, por otra parte, resignifica a los pueblos de Guatemala en su orgullo, en su mirada original cargada de dignidad y belleza.



....................................



Vincent Caccioti


Es un pintor americano que comenzó a pintar siendo ya un niño. Estudió en "The Art Students League" en New York y en "The California Art Institute" en Westlake, CA. La obra de Vincent es una mezcla de surrealismo y fantasía que representan los viajes de la mente humana, el cuerpo y el alma.

......................
Bibliografía

Asturias, Miguel Ángel. Leyendas de Guatemala, 
Ediciones Oriente, Madrid (1930). 
Bellini, Giusseppe. (2006) Mundo mágico y mundo real: La narrativa 
De Miguel Ángel Asturias. Editorial del Cardo.
Bellini, Giusseppe, (2006) Miguel Ángel Asturias: El autor y la obra, 
Editorial del Cardo.
Greimas, AA.: Semántica estructural. Gredos. Madrid. 1971.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ODA AL PAISANO INEVITABLE: A propósito de la vanguardia en Nicaragua

Rubén Darío Por Jorge Martínez Mejía José Coronel Urtecho escribió en 1927, a los 21 años, el poema Oda a Rubén Darío. Se trata de una de las piezas literarias que marcan el inicio de la literatura de vanguardia en Centroamérica. Una oda es un poema homenaje, escrito para glorificar o enaltecer una figura. La Oda a Rubén Darío es, más que una lisonja o una exaltación del renovador de la poesía hispanoamericana, una carta de despedida, el recuento de la tensión que provoca una figura idealizada que no soporta el examen a la luz de la verdad del hombre existencial del siglo XX. Se trata de una pieza en tres partes, con un carácter más elegíaco que apologético. En la primera parte se puede leer un epígrafe de Rubén Darío que dice:                                     ¿Ella? No la a...

LA SED DE BALAM, UN ANÁLISIS CRÍTICO DE "EL ÁRBOL DE LOS PAÑUELOS" DE JULIO ESCOTO

Jaguar Por Jorge Martínez Mejía Críticos de literatura, estudiosos de las letras hondureñas y estudiantes, han analizado la obra de Julio Escoto, particularmente su novela El árbol de los pañuelos (1972). Se han producido ensayos y tesis de maestría y doctorado, abordando distintos aspectos de la obra. Sin embargo, la relación tensa entre el protagonista y las figuras de autoridad no han sido analizadas desde la perspectiva de la sociocrítica.  Quien más se aproxima para hacer este abordaje es Héctor Miguel Leyva, indicando que “en ella ( El árbol de los pañuelos ) encuentran en la Historia a los héroes no oficiales y plantean de una forma alegórica los problemas ideológicos y prácticos de los guerrilleros del presente. En estas novelas los guerrilleros siguen siendo los protagonistas de la acción. Pero en la novelística centroamericana, como se adelantaba antes, también aparecieron los guerrilleros como personajes secundarios”, Leyva (2002). Se refiere...

Todo se desmorona, de Chinua Achebe, un análisis de la obra

Por Jorge Martínez Mejía La emoción de leer  Todo se desmorona (1958) , la célebre novela del escritor nigeriano Chinua Achebe, consiste en el desenmascaramiento de un mundo que se nos ha simbolizado como salvaje.  Todo se desmorona  vendría a ser como  Cien años de soledad , la irrupción violenta de América Latina en el mundo occidental. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, es la primera piedra de la decolonialidad latinoamericana, y quizás  Todo se desmorona  tenga la misma significación para el mundo africano.  Todo se desmorona  es una lectura imprescindible porque nos edifica desde la esencia misma de África. Se trata de una apasionada incursión en el alma africana desde una de las anécdotas del pueblo igbo. Chinua Achebe echa mano de la oralidad del pueblo igbo y, de manera magistral, hilvana refranes, relatos, canciones de cuna, recuerdos, estados emocionales, sueños y horizontes perdidos.  Sólo por en...