Matarse unos a otros. Matarse unos a otros. Matarse unos a otros. Mi compañero de apartamento me sugirió, veinticinco años antes, que nos preparáramos para matarnos unos a otros. Buscamos nombres falsos. Yo me llamé Yorch. Salí a buscar piezas rollizas de madera. Les afilamos la punta y las endosamos con metal, como las viejas lanzas de antiguos mierdas guerreros. Acechábamos por la ventana. Te acechábamos a vos. Que apenas sabías qué putas pasaba y menos cuándo había comenzado todo. Te observamos día y noche. Te emboscamos y tomamos la decisión de clavarte esta hermosa palabra que nos mantiene vivos.
Rubén Darío Por Jorge Martínez Mejía José Coronel Urtecho escribió en 1927, a los 21 años, el poema Oda a Rubén Darío. Se trata de una de las piezas literarias que marcan el inicio de la literatura de vanguardia en Centroamérica. Una oda es un poema homenaje, escrito para glorificar o enaltecer una figura. La Oda a Rubén Darío es, más que una lisonja o una exaltación del renovador de la poesía hispanoamericana, una carta de despedida, el recuento de la tensión que provoca una figura idealizada que no soporta el examen a la luz de la verdad del hombre existencial del siglo XX. Se trata de una pieza en tres partes, con un carácter más elegíaco que apologético. En la primera parte se puede leer un epígrafe de Rubén Darío que dice: ¿Ella? No la a...
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