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Mostrando entradas de abril, 2016

En el IV Simposio de Literatura organizado por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en La Ceiba

Conmemorando el día del idioma se celebró en el Salón de Conferencias de La Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en el CURLA, de la bella ciudad de la Ceiba, el IV Simposio de Literatura. El evento fue coordinado por el Departamento de Español bajo la conducción de Manuel Martínez Galeano, Víctor Melgar y Murvin Andino; y se realiza cada año desde 2013 en honor al autor de Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes Saavedra. En el IV Simposio se dieron cita los escritores Armando García y Jorge Martínez Mejía, cada uno con distintas ponencias. La celebración comenzó a las 2:00 p.m. y concluyó a las 5:30 p.m. En el transcurso de cada ponencia, los asistentes al evento presentaron sus inquietudes. Llamó mucho la atención la conferencia de Jorge Martínez Mejía sobre el proceso de producción de su novela ¡Esto es la mara, jomitos! pieza importante de las letras hondureñas que se adentra en el mundo de las maras del que logra recuperar el código de lenguaje para most

Fotos con los lectores

Aquí con una bella e inteligente lectora, con quien vale la pena compartir una conversación, una taza de café o un buen vino.

SOBRE LA PIEDRA DEL RÍO, UNA MUJER

SOBRE LA PIEDRA DEL RÍO, UNA MUJER Por Jorge Martínez Mejía A Berta Cáceres Yo escuché la voz del río Gaulcarque por la tarde. Él dijo que triunfaríamos, no dijo que sería fácil, ni dijo cuándo. Nuestra casa era nueva, yo la quería poblar de nuestras voces y de nuestras flores, llenarla de tierra fresca del bosque y de las risas antiguas del río. Desde Wall Street, de ese lodo donde se respira el confuso aire del capital y el veneno; escondida en lienzos de años de borrachera colonial, vino una pistola marcada con mi propia sangre y me apuntó directo a la cabeza. Era la 1 de la madrugada, la hora virgen. Juro que no traía nada conmigo, más que la voz del río Gualcarque y la firme certeza de saber quién disparaba en mi cabeza. Quiero que sepan que no grité, que siempre estuve lista, a pesar del miedo para enfrentar a los espíritus robadores. Confieso que es molesto comprobar el atraco a la esencia de nuestra vida sin posibilidad de defensa, sin más arma q