Por Jorge Martínez Mejía DÍA 56. Desde que partí, el camino por el que he caminado se ha perdido. Ya no podré volver por el camino andado. Cada paso que doy se borra en el siguiente, y es cadencioso, alegre, mi camino. En algún lugar me detendré invencible, con los brazos abiertos, exiliado de todo; y el aire, el viejo peregrino, emigrará conmigo.
Escritor, poeta, especialista en literatura infantil y juvenil