... © Por Jorge Martínez Mejía Entonces maldije a la poesía, y el imbécil dijo: Sería mejor matarla, acabarla de una vez. Y arrastró su cuerpo hasta el agujero que habíamos cavado. –Es un crimen, dijo el imbécil, pero vale la pena dejar de escuchar tanta estupidez. Y también se tiró al hoyo. –Dale, dijo el imbécil, y lo soterré.
Escritor, poeta, especialista en literatura infantil y juvenil